Historia
Construida hacia finales del siglo XIX, Villa Argentina debe su nombre a su primer propietario, Don Felipe de Jesús Echeverría. Don Felipe creció en la aldea de Beintza-Labaien y entró en el sacerdocio a una edad temprana. Más tarde emigró a México y posteriormente a Argentina, donde fue nombrado obispo.
Durante la etapa final de su vida, Don Felipe volvió a su Navarra natal, construyendo la casa como tributo a su tiempo en las Américas: el exterior, pintado en azul y blanco, celebra los colores de su amada Argentina, y la arquitectura corresponde al estilo colonial de las casas tradicionales al otro lado del Atlántico. El retrato de Don Felipe se sigue conservando en la casa hoy.
La historia de esta bella casa la hace única en la región y en la aldea. Su diseño clásico se entremezcla con la elegancia y la perfección del paisaje local.
Luminosa y espaciosa, Villa Argentina luce techos altos y grandes ventanales que parecen trasladar la belleza del entorno natural a su interior. La influencia colonial se hace aparente en cada una de las tres plantas que componen el alojamiento.